El médico Veterinario brindó una charla en el marco de la Expo Equina 2016 que se realizó en las instalaciones de la Sociedad Rural Gualeguaychú.

Calificó a la doma funcional o racional como una metodología de trabajo que incluye el lenguaje corporal del equino, sumado al conocimiento del hombre, aplicado a la disciplina de trabajo o deportiva que el ejemplar tenga que desarrollar.

El adiestramiento comienza en la etapa de potrillo con un mínimo contacto, evitando una sobre estimulación. Después la doma arranca a los dos años, y si bien las montas son pocas y de corto tiempo, la parte más fuerte del entrenamiento comienza un año después, mientras que la especialización del equino da inicio a los cuatro años de vida, cuando el animal está desarrollado, tanto en lo corporal como en lo mental, agrega.

Comentó que a los dos años se trabaja en la parte flexión, cuello, nuca, grupa, costillas, con el fin de que ese caballo, a medida que vaya progresando en los entrenamientos, sea más blando, permitiendo, de esa manera, movimientos más sueltos, naturales y no tan forzados, como se acostumbra a ver en algunas disciplinas ecuestres, destacó.

En la doma funcional o racional, no se usa el rebenque, y se le enseña al caballo cómo colocar el cuerpo, cómo doblar, cómo frenar, simplemente con la voz del jinete, en un trabajo más mental que físico, detalla.

Dijo que la formación de un ejemplar tiene mucho que ver la genética, de ahí que el trabajo de los criadores es fundamental.

Detalles de la doma

Los trabajos de doma se realizan en corrales redondos y a medida que se va progresando en el entrenamiento los llevamos a corrales más grandes o directamente a campo abierto.

En cuanto a la vida útil de un equino comentó que todo depende del terreno donde se lo utilice. En nuestra zona, donde tenemos campos duros, bajos, conformados por malezales y montes, es probable que para los 12 – 13 años haya cumplido su ciclo. En el caso que sea una yegua le queda la etapa reproductiva, mientras que a un castrado se lo manda a descanso, o bien, a los más mansos, a centros de equinoterapia.

Sobre la doma convencional, opinó que tiene cosas buenas y otras sin fundamento, como el de palenquear a los animales, ya que si se lo analiza desde la parte médica, todas las articulaciones y la parte muscular se resiente con esa palenqueda, y si uno no le enseña a estar atado, es probable que se lastime. En algunos lugares, parte de esa doma antigua se viene dejando de lado y se aplican otras técnicas que permiten que el caballo se quede quieto.

Por último, indicó que la doma racional se la debe aplicar con equitación, ya que cualquier tipo de doma sin equitación y capacitación del jinete, es muy probable que fracase.

Dijo que se sorprendió mucho en los primeros días en Estados Unidos, donde realizó un curso de capacitación en Texas, ya que los cambios fueron muchos por los conocimientos que ellos poseen, conocimientos que trato de adaptarlos y transmitirlos en Argentina?.

En cuanto a las domas rápidas señaló que sirven para el ego de cada uno, y no para el caballo y la idea es de que un equino llegue física y mentalmente hasta donde pueda.

Fabián Miró